Eficiencia en procesos
15 Ago 2024
Resumen:
En un mundo cada vez más globalizado, donde los productos viajan a lo largo y ancho del planeta, el empaque se ha convertido en un elemento clave para lograr eficiencia logística. Este asegura la integridad y seguridad de los productos durante ese viaje y permite la optimización de toda la cadena de abastecimiento. Importancia del […]
En un mundo cada vez más globalizado, donde los productos viajan a lo largo y ancho del planeta, el empaque se ha convertido en un elemento clave para lograr eficiencia logística. Este asegura la integridad y seguridad de los productos durante ese viaje y permite la optimización de toda la cadena de abastecimiento.
Un diseño de empaque puede marcar la diferencia entre una operación logística eficiente y una que incurra en costos innecesarios, problemas operativos y pérdidas por averías.
Una de las variables claves al seleccionar el empaque es el volumen, ya que este debe ser a la medida, donde se logre optimización del espacio, de costos y se proteja al medio ambiente.
El volumen del empaque impacta de manera directa en:
Empaques que se ajustan adecuadamente al tamaño del producto permiten un cargue más eficiente en los contenedores y estanterías, maximizando el espacio requerido y reduciendo el volumen de vacío que se desperdicia.
Si los empaques son demasiado grandes, pueden aumentar los costos de transporte debido al espacio desperdiciado y, si son demasiado pequeños, pueden requerir más manipulación y ajustes, incrementando los costos operativos.
Un tamaño adecuado también es crucial para la protección del producto. Un empaque que sea demasiado grande puede permitir que el producto se mueva y se dañe durante el transporte, mientras que uno demasiado ajustado puede no ofrecer la protección necesaria contra impactos y otros riesgos.
Otro aspecto clave a considerar son los distintos tipos de empaque, que incluyen:
Es el empaque que está en contacto directo con el producto, como las botellas de plástico para líquidos o las cajas de cartón para alimentos.
Este empaque agrupa varias unidades del empaque primario. Por ejemplo, las cajas de cartón que contienen varias botellas de un producto. Su función es facilitar el manejo y transporte de productos en lotes.
Utilizado para el transporte y almacenamiento a gran escala, el empaque terciario incluye pallets y contenedores grandes. Está diseñado para proteger los productos durante el transporte y el almacenamiento, facilitando la logística y distribución.
Un empaque eficiente actúa como un facilitador en la cadena de abastecimiento, influyendo directamente en varios aspectos clave de la optimización.
Empaques optimizados para el transporte, como aquellos que maximizan el uso del espacio y minimizan el peso, pueden disminuir los gastos de envío y almacenamiento.
La reducción de costos se logra al evitar el exceso de embalaje y al permitir un cargue más eficiente en contenedores y vehículos de transporte.
Al proporcionar una protección robusta y una identificación clara a través de etiquetas y códigos de barras, el empaque permite una clasificación y seguimiento más precisos de los productos. Esto ayuda a reducir el riesgo de pérdidas y daños, optimizando así la gestión de inventarios y asegurando que los productos estén disponibles cuando se necesitan.
Al proporcionar una protección robusta y una identificación clara a través de etiquetas y códigos de barras, el empaque permite una clasificación y seguimiento más precisos de los productos. Esto ayuda a reducir el riesgo de pérdidas y daños, optimizando así el control del inventario y asegurando que los productos estén disponibles cuando se necesitan.
Un empaque resistente y bien diseñado asegura que los productos lleguen en perfecto estado al destino, lo que disminuye las devoluciones y quejas de los clientes.
En un contexto de creciente conciencia ambiental, la sostenibilidad de los empaques es esencial para optimizar la cadena logística. Utilizar materiales reciclables, reutilizables y provenientes de fuentes renovables cumple con las normativas medioambientales, mejora la imagen de la marca y responde a las expectativas de los consumidores. Implementar prácticas de empaques sostenibles puede reducir la huella de carbono de la cadena logística y promover una operación más responsable.
En la última etapa de la cadena de suministro, conocida como ‘la última milla’, un empaque bien diseñado y funcional facilita la decisión de compra y aumenta la rotación de productos. Además de ofrecer protección, estos empaques se destacan en el punto de venta y ayudan a cerrar la venta con éxito.
En la cadena logística actual, el empaque es mucho más que un simple contenedor; es un componente estratégico que influye en cada etapa del proceso. Desde la reducción de costos y la optimización del espacio hasta la protección del producto y la satisfacción del cliente. En Corrumed sabemos que un diseño de empaque bien pensado puede marcar una gran diferencia y por eso lo diseñamos a la medida de tu compañía.
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